A Malena:

Hoy, quiero compartir con ustedes el regalo maravilloso que tuve en esta vida de conocer a una mujer que muchas veces fue criticada por que como todos tuvo sus errores, pero que a lo largo de la vida, como dijo el padre que estaba dando la oración al pie de su ataud, nunca supo decir que no para colaborar con la causa de Dios, a mi muchas veces me dijo si, y otras cuando ella lo creía conveniente decía que no, ella que muchas veces sin ser su hija, sin ser su sangre solo su vecina, me trataba como parte de su familia, ella que siempre en su mesa había un lugar para mi, ella que cuando supe que tendría un hijo y sentí que el mundo se me veía encima ella me regaló una sonrisa y me dijo: Que vas a hacer pues sonsa seguir adelante, jajajaja recuerdo su risa y sus jaladas de oreja muy disimuladas, ella era así era Malena, todos los que la conocieron, saben lo entregada que era a Dios, madre de 5 hijos y nieta de 9, a ella nunca le molestó la bulla, los muchachos corrían por todo sitio, gritando, saltando y ella sonreía, no voy a decir que no me da pena su partida, en parte si, pero de ella aprendí a tener fe aprendí que si le pides a Dios, sea lo que sea, el te ayudará a que lo consigas, por que no todo viene fácil, tenemos que hacer nuestra parte para lograrlo.
Como olvidar a quien muchisimas veces me brindo un plato de comida no solo para mi sino también para mi hijo, como olvidar, quien siempre me jalaba la oreja cuando llegaba tarde, quien muchas veces, me prestaba un ajo, una cebolla, como olvidar, quien me abrio las puertas de su casa, como no decir gracias a quien muchas veces me prestó algo de dinero y me jalaba las orejas por gastar muy rapido el mio.
Quiero quizá muy tarde, por que no me dió tiempo a decirlo, GRACIAS MALENA!! pero te doy gracias por que ahora, que gozas de la presencia de Dios, ahora que el sufrimiento físico se fue, ahora que estás inmersa en esa paz maravillosa, sé que será igual que antes, que te tendremos más cerca, que oraras por nosotros, que me dirás reza el rosario, pide, pide.
Gracias Malena desde el fondo de mi corazon, que hoy aprendió a no sentirse triste por la muerte sino a descubrir como me dijiste una vez el verdadero significado de ella, es nuestra liberación, es salir de este encierro en este cuerpo y con las experiencias vividas llegar a la presencia del señor.
Como olvidar a quien preparaba los anisados más ricos y que conversando con una copita podíamos pasar una noche de risas junto con sus hijos.
Gracias Malena de mi parte y la de mi familia.